Joan Cañete diu al seu blog:
De todos los argumentos que esgrimen los artistas que desoyen las voces a boicotear Israel por la ocupación de los territorios palestinos, ese, que lo suyo es un concierto por la paz, es uno de los más irritantes. “Tenemos un compromiso con gente a la que queremos en Israel, amigos nuestros que están peleando por una Israel y una Palestina más justa y yo voy a estar ahí al lado de mis amigos israelíes que ahí están peleando, que no es el Gobierno”, dijo Joan Manuel Serrat para justificar su concierto en Tel-Aviv. Y ahí que me lo imagino yo, cantando Mediterráneo en la capital de Israel, amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas, tal vez mano a mano con Noa (“I can only wish for you that Israel will do the job we all know needs to be done, and finally RID YOU of this cancer, this virus, this monster called fanaticism, today, called Hamas”), ante un auditorio repleto de argentinos, que dijo Sabina, una mayoría aplastante de ellos militares o exmilitares, que cuando Serrat entone eso de Yo, que en la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno igual buscan a su alrededor alguien con quién hacer la paz y no encuentran a nadie, claro, ya que allí no hay ningún palestino, ni cantor ni embustero ni siquiera con alma de marinero, ya que aunque hubieran querido no hubiesen podido acudir a ese concierto por la paz. Peculiar manera de cantarle a la paz cuando sólo te escucha una audiencia del país que oprime.
Segueix llegint el seu article Paraules d’amor.